sábado, 25 de abril de 2009

Primera tarea.. Cuestionario

¿Qué habilidades, virtudes o aptitudes usas para la coreografía?
Con mayor análisis, creo que serían las siguientes: la organización, el manejo de niveles, a veces abuso de las secuencias de movimiento… Creo que mi mayor habilidad es la disposición y composición en el espacio de los elementos que tengo en él, incluyendo al espacio mismo. Caigo constantemente en equilibrar y desequilibrar el mismo. También me gusta involucrarme totalmente con la edición de la música. No me gusta trabajar en un principio con una música determinada, prefiero construirla con ediciones. Ahora comienzo a trabajar con efectos de sonido por ejemplo. Trabajo también con el ritmo y el pulso: establecer ciclos orgánicos que no estén determinados por una pieza musical hasta descomponerlos. Utilizo la variación y a veces abuso de la repetición, pero bueno, creo que esas son las herramientas que utilizo… Me involucro mucho con mi trabajo. Yo no tenía como intención ser coreógrafa. Yo ingresé aquí para seguir complementando mi formación creativa como intérprete y docente, pero a medida de que ha avanzado el tiempo me ha ido gustando más la coreografía como medio de expresión. Ahora que he tenido la oportunidad de fungir como creadora (tanto con los niños como en creación colectiva) me he dado cuenta de que puedo aportar no sólo con mi cuerpo (como siempre lo había pensado) o con mi mente (el puro choro, bla bla bla) Últimamente he buscado la abstracción y la planeación para no divagar tanto, sólo que ahora me parece que comienzo a cuadrarme en eso y no me he permitido expandirlo no explorarlo. Como intérprete me encanta explorar nuevas formas de movimiento y siempre las encuentro… Ahora es tiempo de buscar no sólo en el cuerpo, sino fuera de él… Comienzo a confiar un poquito en mí…

¿Qué sabes de coreografía?
Sé un poco de sus orígenes en el teatro griego, ya que se refería al movimiento que tenían los coros en la escena (específicamente a los trazos, desplazamientos y diseños en el espacio). Con el tiempo su significado se ha ido transformando. Hablar de la importancia del coreógrafo, su papel social, estilos de coreografía, etc. Es chistoso ver de pronto que un coreógrafo de XV años cumple un rol social y una chamba para subsistir, y de pronto cuando veo las puestas en escena de los coreógrafos de renombre… mmmmmmm… pues como que no distan mucho. Hubo un tiempo en que pensé (o me hicieron pensar más bien) que a magia del coreógrafo radicaba en las secuencias de movimiento que montaba, pero bueno, eso es mero virtuosismo que en gran medida proviene del ejecutante. Por mi breve experiencia sé que no es sólo eso, sé se refiere a la organización y composición de todo el conjunto (luces, vestuario, “música”, movimiento) en el espacio.
¿Por qué quieres hacer coreografía?
Es una necesidad constante, una necesidad creativa de expresar mi mundo interior, de transmitir emociones, de recrear sensaciones, de jugar con la percepción. Es la manera en la que puedo comunicarme plenamente, con mayor honestidad: el cuerpo no miente. Para mí, en verdad, la exploración del movimiento corporal y sus posibilidades es parte de la evolución del ser humano. En sí tengo tres grandes pasiones: bailar (explorar), enseñar (compartir y aprender) y crear. Sin embargo, me cuesta muchísimo trabajo materializar mis ideas. No bien tengo una idea cuando ya me estoy deshaciendo de ella. Divago mucho. Aunque el dar clases me ha ido centrando en ser más clara sin llegar a ser hermética.
¿Has tenido influencias? ¿Cuáles?
Sí claro… Mi primer gran influencia fueron mis hermanos (uno es actor y otro pintor), aunque creo que el actor definitivamente cambió mi perspectiva de muchas cosas. Para empezar, la primera vez que subí a un escenario y vi la tramoya, el equipo técnico, las luces, el escenario desnudo en sí, pensé en que yo debía estar ahí. Posteriormente él comenzó a trabajar más con el teatro corporal, basado en el método de Eugenio Barba, algo que me marcó profundamente pues me di cuenta de la importancia de las acciones físicas en el diálogo con el espectador. Posteriormente, ya más grande, tuve una maestra de teatro: Thelma Pastrana (egresada de CICO) conla cual aprendí mucho más de m cuerpo que toda mi vida en el ballet. En cuanto a la creación coreográfica, tengo una ligera influencia del curso que tomé con el Odin Teatret de Dinamarca, así como de Alito Alessi (mi maestro de improvisación) y también de Mark Moti Zemelmann. Si bien he bailado con varios coreógrafos, jamás me sentí parte de ese movimiento, aunque técnicamente lo pudiera realizar, espiritualmente no estaba ahí, me sentía ajena al cuerpo que estaba bailando: ejecutaba, no interpretaba. Así que no sé si en verdad he tenido la influencia de otros coreógrafos. Mis ideas medio bizarronas las tengo de la composición de Egon Schiedle, los juguetes como el lego y playmobil, las imágenes que recrea Peter Greenaway (The the cook, the thief, his wife and her lover, Pillow Book) y Chan-wook Park (Sympathy for Mrs. Vengance, Old Boy, I’m a cyborg but that´s Ok), las estructuras carentes de estructura de Syd Barret, el pesimismo de Charles Bukowski, etc…
¿Qué quieres aportar como coreógrafo?
Una danza real, que sí conlleve una exploración de movimiento pero también del espacio y del tiempo. Olvidar que soy bailarina y renacer. Romper patrones. Dejar preguntas abiertas a las miles de respuestas que hay en el espectador. Recrear las imágenes que se producen y se repiten en mi mente de cómo concibo el universo. Ofrecer un pedazo mío en cada obra al mundo por cada cosa que he recibido de él (aunque tal vez el mundo nunca de nada por lo que hago, pero, en fin, es lo que menos me importa). Acercarme en cierta manera al espectador a través de la comunicación sensorial…
¿Cuáles han sido tus preocupaciones y búsquedas hasta ahora que puedes trabajar con la coreografía?
La creación de movimientos, deshacerme de ideas y vicios, la composición, saber si los medios son los adecuados para el fin, etc. Hacer algo auténtico y honesto. No divagar pero tampoco limitar (tal vez delimitar) Tal vez, lo que de pronto me sucede es que me cuesta trabajo abstraer, tomar decisiones… Por ejemplo, cuando llegué a CICO me frustraba demasiado no logar transmitir al intérprete lo que yo quería que hiciera y muchas veces en lugar de ser clara para dar indicaciones solía, me conformaba con algo que en verdad no me gustaba. Ahora creo que quiero ser precisa y trabajar a partir de la delimitación, ya que puede ofrecerme un amplio rango de posibilidades. También los asuntos musicales me han costado trabajo porque, obvio, escucho una pieza y me encanta y la bailo pero muchas veces no es la ideal para un montaje. Ahora ando en la edición musical con efectos de sonido y algunos instrumentos para realizar la ambientación sonora de mi proyecto. También comienzo a trabajar con una videoasta y VJ para realizar un solo. El empezar a nutrirme de otras áreas me permite tener una visión diferente de lo que hago y sin duda enriquece mi proceso.

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