El espacio indeterminado se encuentra en un punto no tangible ni visible. Se describe lo indeterminado como algo impreciso y sin embargo en este caso creo que un especio indeterminado es preciso a nivel se sensopercepción, aunque un tanto inexplicable (como el momento en el que cruzas la barrera y entras a un campo cuántico diferente).
Para que surja un espacio indeterminado hay un punto de comparación forzosamente con espacios determinados, claros, fijos, físicos, tangibles y visibles. El punto ahora es sí existe un espacio físico indeterminado; es decir, ¿cómo represento gráfica y visualmente un espacio indeterminado para poder explicarlo?, ¿se queda en la subjetividad de la percepción?
Existen artistas que se han dado a la tarea de investigar, explorar y abordar los espacios indeterminados: en la pintura, en la literatura, en la coreografía; pero me llama la atención particularmente el enfoque dado en la arquitectura actualmente, dado que el resultado de esta es totalmente tangible y visible. Ésta se refiere a la construcción de espacios en los que la forma no persiga a la función, sino que la forma se adapte al uso.
El urbanismo también plantea los espacios indeterminados como espacios excluidos (suburbios, arrabales, en fin, las afueras de la ciudad). La sociología concentra los espacios indeterminados en las clases sociales altamente marginadas, las cuales no tienen cabida en el sistema.
El común denominador de todas estas teorías se halla en la inevitable creación que surge del espacio indeterminado, ya sea como fenómeno social, político, urbano, arquitectónico o artístico. El no tener límites le permite ser un detonador y a su vez una fuente inagotable de posibilidades infinitas. Es entonces, cuando, haciendo referencia a lo sublime y lo impresentable, me pregunto si el crear un espacio indeterminado es un pretexto o un fin, y cómo no caer en la pretensión de querer crearlo. Sin duda, también surge de un proceso de experimentación, pero. ¿cómo saber si verdaderamente lo es o simplemente se utiliza al mismo por una imposibilidad de determinar un espacio?
En la búsqueda de algunos ejemplos qe me llevaran a un espacio indeterminado encontré lo siguiente...
La sensación colectiva producida por la percepción un olor
¿Cómo se comparte una sensación si estas son subjetivas?
¿Por qué resulta impresentable la percepción del olor?
¿Cómo sería posible transformar la sensación del olor en un espacio?
¿Cuáles son los espacios determinados (visibles y tangibles) en el proceso de la percepción de un olor?
Encuentro el primer espacio determinado en el origen del olor y el segundo en los sujetos que lo perciben. Sin embargo qué sensación les genera a cada uno de los participantes de este proceso, pues cada uno tiene una asociación diferente del olor con su respectiva historia. Al ser un sentido intangible se basa en la percepción la cual es meramente subjetiva por lo cual no se puede dar una definición general de la misma… Me pregunto ahora si hiciera una caja de esencias diferentes, mezcladas entre sí, tantas que fuera difícil el separar los olores. Si esta caja la escondo y la gente puede sólo percibir la mezcla de olores sin saber de donde provienen, ¿convierto el origen en un espacio impresentable, además de la sensación colectiva producida por la percepción del mismo?
El estado de ánimo producido por el enamoramiento
¿Cómo se define el enamoramiento?
¿Cómo describirías las sensaciones que produce?
¿Cuál es el espacio determinado del enamoramiento?
¿Cuál es el espacio indeterminado del enamoramiento?
El enamoramiento... El flechazo…. Hay un dicho popular que lo deja directamente en un espacio impresentable: “un no sé qué que qué se yo pero me encanta”. Es un estado de incertidumbre que mantiene al “enamorado” en cuestión totalmente activo, lleno de dudas, creando respuestas infinitas posibles e imposibles. El espacio determinado, físico y tangible es el cuerpo, contenedor de las emociones generadas y a su vez creador de las expectativas múltiples. Si bien este tema se ha abordado demasiado, no se agota (cuando se toca directamente) pues comunica a las emociones del ser humano, a la exaltación. Es tan general que se vuelve indescriptible. Provoca tantas reacciones que se vuelve ansia. El amor, al ser un proceso del hipotálamo, se construye de lo que cada ser es, por lo que suele ser difícil (e intrascendente) tratar de explicarlo.
sábado, 25 de abril de 2009
¿Cómo hacer una pregunta? La pregunta como generadora del proceso creativo
Albert Einstein tenía una peculiaridad desde niño y esta no era precisamente su aprovechamiento escolar: era un niño que pese a todo, no dejaba de preguntar. Desafortunadamente a los niños se les es enseñado que la pregunta es sinónimo de ignorancia y duda por lo que el formularlas los etiqueta como aquellos que no saben o peyorativamente como "tontos"
Sin embargo se ha desprovisto a la pregunta de su valor reflexivo y se ha menospreciado como parte fundamental en el proceso de enseñanza aprendizaje.
Lilian Dabdoub nos dice: "Al utilizar el cuestionamiento como estrategia de enseñanza el facilitador requiere desplegar sus habilidades de escucha activa para prestar atención a lo que el estudiante dice o trata de decir. Podrá así usar pertinentemente la información proporcionada para generar diferentes tipos de preguntas que estimulen el pensamiento del alumno(...) Al formular hábilmente la pregunta, elo facilitador estimulará el pensamiento del alumnado y además, al modelar esta habilidad, estimulará en los estudiantes la habilidda de preguntar, de indagar."
Podemos clasificar las preguntas en dos grandes ramas: convergentes (preguntas cerradas a las cuales se responde con información precisa) y divergentes (preguntas abiertas que ofrecen posibilidades diversas y que a su vez pueden generar más preguntas)
Las preguntas convergentes suelen comenzar con frases como ¿qué significa? ¿quién? ¿cuándo...? puesto que de ellas obtenemos información precisa y concreta que nos ayuda a confirmar acuerdos o bien a acumular datos.
Las preguntas divergentes siempre conllevan una ambigüedad en su formulación, es decir, plantean claramente posibilidades diversasen su resolución. se utilizan en estas frases como: ¿qué sucedería...? ¿cómo...? ¿de qué manera...?
¿Por qué seguir con este modelo? En mi breve experiencia como educadora en el porgrama Niñ@s Talento, he observado que sí bien tienen excelentes calificaciones es en verdad porque aprenden a responder de manera "correcta" al estímulo que se les propone. Esto deja fuera a muchos otros niños que tal vez tengan otras maneras de resolver estos estímulos, lo cual nos habla de una educacón excluyente.
"Para promover la creatividad, la reflexión y el cuestionamiento por parte d elos estudiantes resulta fundamental utilizar preguntas que estimulen las distintas habilidades y procesos vinculados con la creatividad"
Comencemos con nosotros para generar cambios en los niñ@s que no pueden acudir a una escuela activa como montessori o las comunidades educativas por cuestiones económicas. Seamos detonadores de aprendizaje continuo en nosotros porque sin duda esto generará un cambio.
Sin embargo se ha desprovisto a la pregunta de su valor reflexivo y se ha menospreciado como parte fundamental en el proceso de enseñanza aprendizaje.
Lilian Dabdoub nos dice: "Al utilizar el cuestionamiento como estrategia de enseñanza el facilitador requiere desplegar sus habilidades de escucha activa para prestar atención a lo que el estudiante dice o trata de decir. Podrá así usar pertinentemente la información proporcionada para generar diferentes tipos de preguntas que estimulen el pensamiento del alumno(...) Al formular hábilmente la pregunta, elo facilitador estimulará el pensamiento del alumnado y además, al modelar esta habilidad, estimulará en los estudiantes la habilidda de preguntar, de indagar."
Podemos clasificar las preguntas en dos grandes ramas: convergentes (preguntas cerradas a las cuales se responde con información precisa) y divergentes (preguntas abiertas que ofrecen posibilidades diversas y que a su vez pueden generar más preguntas)
Las preguntas convergentes suelen comenzar con frases como ¿qué significa? ¿quién? ¿cuándo...? puesto que de ellas obtenemos información precisa y concreta que nos ayuda a confirmar acuerdos o bien a acumular datos.
Las preguntas divergentes siempre conllevan una ambigüedad en su formulación, es decir, plantean claramente posibilidades diversasen su resolución. se utilizan en estas frases como: ¿qué sucedería...? ¿cómo...? ¿de qué manera...?
¿Por qué seguir con este modelo? En mi breve experiencia como educadora en el porgrama Niñ@s Talento, he observado que sí bien tienen excelentes calificaciones es en verdad porque aprenden a responder de manera "correcta" al estímulo que se les propone. Esto deja fuera a muchos otros niños que tal vez tengan otras maneras de resolver estos estímulos, lo cual nos habla de una educacón excluyente.
"Para promover la creatividad, la reflexión y el cuestionamiento por parte d elos estudiantes resulta fundamental utilizar preguntas que estimulen las distintas habilidades y procesos vinculados con la creatividad"
Comencemos con nosotros para generar cambios en los niñ@s que no pueden acudir a una escuela activa como montessori o las comunidades educativas por cuestiones económicas. Seamos detonadores de aprendizaje continuo en nosotros porque sin duda esto generará un cambio.
Tarea 6 en relación a la película documental Y tú qué sabes?
La realidad sucede todo el tiempo
Elimina automáticamente la idea del antes y el después, o bien, le resta importancia para darle paso al tiempo real. El enunciado engloba dos conceptos fuertes que han sido constantemente objeto de discusiones tanto científicas como filosóficas. Sin embargo, si añadimos el concepto de espacio se crea otra dimensión que nos ayuda a situarnos en un punto, a comprender qué es lo qué sucede. Es en cierta forma lo que nos permite percatarnos de que estamos vivos. Es lo mismo que sucede con una obra, en tanto que se esté recontextualizando y reinventándose por los tres factores mencionados anteriormente (realidad, tiempo y espacio), la obra se mantendrá viva, dispuesta a evolucionar –porque cómo habría de evolucionar algo que no tenga vida- Esto me lleva al pensamiento de un profesor de estética y teoría del arte que nos decía lo siguiente, al intentar explicarnos qué era el arte: “El amor no existe. Existe en la medida que nosotros los creamos. Al momento de dejar de hacerlo, el amor se diseca puesto que es tiempo presente y por lo mismo es fugaz: se disipa. No dejen de inventar…”
Aprender a enfocar la atención a una cosa pequeña para crear un campo de energía mayor
En particular me llamó la atención este enunciado pues justo se refiere a la falta de capacidad de los seres humanos para retener la atención (el ser humano pierde la atención de seis a diez segundos por cada minuto). En los procesos que estoy viviendo (tanto como docente, como madre y como coreógrafa) me he percatado de la dificultad de concentrarse de los seres humanos en la actualidad. Por ejemplo, en la clase de danza, hay una niña a quien verdaderamente le cuesta mucho trabajo seguir una instrucción y poner atención por un momento. En un principio lo achaqué a un problema familiar (falta de atención de los padres, exceso de consentimientos, falta de límites) pero posteriormente vi que no era sólo eso sino que había tantas cosas a su alrededor que difícilmente podía enfocar su atención en una sola. En mi práctica coreográfica me ha sucedido en este proyecto que las personas con las que trabajo tienen diferentes formas de concentrar su atención; sin embargo a unos les es más fácil dispresarse y abrir su campo de percepción sin poder atender a alguno de los estímulos que van recibiendo. Esto me ha llevado a dirigir el tema de la ambivalencia (la dificultad en la toma de decisiones) a sus procesos de exploración y a enfocar poco a poco el montaje.
Los pensamientos crean irrealidad: crean lo que vas a pensar de ti
En una palabra la predisposición. En la película hacen referencia a la autoestima y al plano emocional. Sin embargo en el terreno de lo creativo, esta anticipación conlleva a hacer algo premeditado que está totalmente fuera de un tiempo real y se dirige inevitablemente a la resignación, ya sea porque no se pudo cumplir la expectativa, o porque se logró el objetivo y no hay más por buscar. Generalmente la preconcepción de ideas surge de la comparación con otros modelos aparentemente correctos, según se nos ha sido enseñado. El problema es que, entonces, construimos constantemente realidades ajenas probadas en otros contextos.
La separación es el problema más grande del ser humano hoy
En las últimas décadas del siglo XX comenzó a surgir un movimiento holístico, el cual habla de la importancia del todo y no de la fragmentación de sus partes. Hoy, 9 de marzo –en la otra mitad del mundo 10 según el huso horario establecido y acostumbrado- la humanidad vive una tremenda crisis que va más allá de lo económico: vive una crisis, valga la redundancia, humana. Hay una ausencia total de honestidad, solidaridad y comunicación. Estamos en medio de una sociedad egoísta que se preocupa por obtener poder a través de posesiones materiales, estatus económico o bien, como sea posible. Estos problemas comienzan en uno mismo: en la fragmentación del ser humano. El movimiento holístico pretende reestablecer estas conexiones a través del entendimiento del yo como un conjunto y no como una máquina: una visión un tanto ambiciosa, pero que valdría la pena probar. Jean Baudrillard habla del consumo como la base del orden en una sociedad posmoderna, la cual no adquiere el objeto en sí sino el signo que le fue vendido: el símbolo del objeto: prestigio, poder, belleza, adaptación social. El entender el ser humano como un ser íntegro nos permitirá como sociedad hacer a un lado poco a poco la felicidad vendida asociada a un producto.
En cuanto a mi proceso como creadora lo relaciono con la Teoría General de Sistemas propuesta por Ludwig von Bertalanffy, en la medida del enfoque de la transdisciplinariedad; es decir de la interacción entre varias realidades activas para la conformación de una realidad compleja, la cual cambia al relacionarse con otras realidades constantemente. Como ejecutante se nos ha enseñado a cumplir mecánicamente con lo que el director o coreógrafo plantea: por ende uno va y hace su trabajo moviéndose de acuerdo a un patrón previamente establecido. Sin embargo, ¿no sería más enriquecedor el trabajo, no sólo escénico, sino en cualquier ámbito (principalmente en el educativo) si funcionase todo el conjunto de manera activa y creativa, es decir, totalmente propositiva? ¿No nos llevaría a una verdadera evolución como seres humanos?
Si siempre vemos lo que conocemos, ¿cómo podremos ver algo nuevo?, ¿cómo podremos salir de nuestra caja?
Retomando el enfoque sistémico, el hecho de mantenerse en lo que ya tenemos probado previamente, sin atrevernos a experimentar, nos dará los resultados que esperamos, o bien, nos frustrará al obtener resultados distintos a los trazados. El aislamiento (los sistemas aislados) están condenados a morir en ellos mismos. Y los que se aferran a esta separación se encuentran en el terreno pantanoso del que se ha hecho mención previamente en los escritos anteriores. Llega un punto en el que las exploraciones en un terreno siempre nos llevarán por los mismos caminos a los mismos destinos. El abrir las relaciones (romper el círculo) por el contrario, ofrece diversas posibilidades en distintos planos. En la crisis artística, sucede que la falta de apertura y la cerrazón de maestros puristas (que se aferran a seguir el método que les fue enseñado) conlleva a hacer arte disecado o arte en formol: una ley tan inquebrantable que posteriormente no sirve para nada.
Elimina automáticamente la idea del antes y el después, o bien, le resta importancia para darle paso al tiempo real. El enunciado engloba dos conceptos fuertes que han sido constantemente objeto de discusiones tanto científicas como filosóficas. Sin embargo, si añadimos el concepto de espacio se crea otra dimensión que nos ayuda a situarnos en un punto, a comprender qué es lo qué sucede. Es en cierta forma lo que nos permite percatarnos de que estamos vivos. Es lo mismo que sucede con una obra, en tanto que se esté recontextualizando y reinventándose por los tres factores mencionados anteriormente (realidad, tiempo y espacio), la obra se mantendrá viva, dispuesta a evolucionar –porque cómo habría de evolucionar algo que no tenga vida- Esto me lleva al pensamiento de un profesor de estética y teoría del arte que nos decía lo siguiente, al intentar explicarnos qué era el arte: “El amor no existe. Existe en la medida que nosotros los creamos. Al momento de dejar de hacerlo, el amor se diseca puesto que es tiempo presente y por lo mismo es fugaz: se disipa. No dejen de inventar…”
Aprender a enfocar la atención a una cosa pequeña para crear un campo de energía mayor
En particular me llamó la atención este enunciado pues justo se refiere a la falta de capacidad de los seres humanos para retener la atención (el ser humano pierde la atención de seis a diez segundos por cada minuto). En los procesos que estoy viviendo (tanto como docente, como madre y como coreógrafa) me he percatado de la dificultad de concentrarse de los seres humanos en la actualidad. Por ejemplo, en la clase de danza, hay una niña a quien verdaderamente le cuesta mucho trabajo seguir una instrucción y poner atención por un momento. En un principio lo achaqué a un problema familiar (falta de atención de los padres, exceso de consentimientos, falta de límites) pero posteriormente vi que no era sólo eso sino que había tantas cosas a su alrededor que difícilmente podía enfocar su atención en una sola. En mi práctica coreográfica me ha sucedido en este proyecto que las personas con las que trabajo tienen diferentes formas de concentrar su atención; sin embargo a unos les es más fácil dispresarse y abrir su campo de percepción sin poder atender a alguno de los estímulos que van recibiendo. Esto me ha llevado a dirigir el tema de la ambivalencia (la dificultad en la toma de decisiones) a sus procesos de exploración y a enfocar poco a poco el montaje.
Los pensamientos crean irrealidad: crean lo que vas a pensar de ti
En una palabra la predisposición. En la película hacen referencia a la autoestima y al plano emocional. Sin embargo en el terreno de lo creativo, esta anticipación conlleva a hacer algo premeditado que está totalmente fuera de un tiempo real y se dirige inevitablemente a la resignación, ya sea porque no se pudo cumplir la expectativa, o porque se logró el objetivo y no hay más por buscar. Generalmente la preconcepción de ideas surge de la comparación con otros modelos aparentemente correctos, según se nos ha sido enseñado. El problema es que, entonces, construimos constantemente realidades ajenas probadas en otros contextos.
La separación es el problema más grande del ser humano hoy
En las últimas décadas del siglo XX comenzó a surgir un movimiento holístico, el cual habla de la importancia del todo y no de la fragmentación de sus partes. Hoy, 9 de marzo –en la otra mitad del mundo 10 según el huso horario establecido y acostumbrado- la humanidad vive una tremenda crisis que va más allá de lo económico: vive una crisis, valga la redundancia, humana. Hay una ausencia total de honestidad, solidaridad y comunicación. Estamos en medio de una sociedad egoísta que se preocupa por obtener poder a través de posesiones materiales, estatus económico o bien, como sea posible. Estos problemas comienzan en uno mismo: en la fragmentación del ser humano. El movimiento holístico pretende reestablecer estas conexiones a través del entendimiento del yo como un conjunto y no como una máquina: una visión un tanto ambiciosa, pero que valdría la pena probar. Jean Baudrillard habla del consumo como la base del orden en una sociedad posmoderna, la cual no adquiere el objeto en sí sino el signo que le fue vendido: el símbolo del objeto: prestigio, poder, belleza, adaptación social. El entender el ser humano como un ser íntegro nos permitirá como sociedad hacer a un lado poco a poco la felicidad vendida asociada a un producto.
En cuanto a mi proceso como creadora lo relaciono con la Teoría General de Sistemas propuesta por Ludwig von Bertalanffy, en la medida del enfoque de la transdisciplinariedad; es decir de la interacción entre varias realidades activas para la conformación de una realidad compleja, la cual cambia al relacionarse con otras realidades constantemente. Como ejecutante se nos ha enseñado a cumplir mecánicamente con lo que el director o coreógrafo plantea: por ende uno va y hace su trabajo moviéndose de acuerdo a un patrón previamente establecido. Sin embargo, ¿no sería más enriquecedor el trabajo, no sólo escénico, sino en cualquier ámbito (principalmente en el educativo) si funcionase todo el conjunto de manera activa y creativa, es decir, totalmente propositiva? ¿No nos llevaría a una verdadera evolución como seres humanos?
Si siempre vemos lo que conocemos, ¿cómo podremos ver algo nuevo?, ¿cómo podremos salir de nuestra caja?
Retomando el enfoque sistémico, el hecho de mantenerse en lo que ya tenemos probado previamente, sin atrevernos a experimentar, nos dará los resultados que esperamos, o bien, nos frustrará al obtener resultados distintos a los trazados. El aislamiento (los sistemas aislados) están condenados a morir en ellos mismos. Y los que se aferran a esta separación se encuentran en el terreno pantanoso del que se ha hecho mención previamente en los escritos anteriores. Llega un punto en el que las exploraciones en un terreno siempre nos llevarán por los mismos caminos a los mismos destinos. El abrir las relaciones (romper el círculo) por el contrario, ofrece diversas posibilidades en distintos planos. En la crisis artística, sucede que la falta de apertura y la cerrazón de maestros puristas (que se aferran a seguir el método que les fue enseñado) conlleva a hacer arte disecado o arte en formol: una ley tan inquebrantable que posteriormente no sirve para nada.
Tarea 5 en relación al texto de Lyotard
DE LA POSMODERNIDAD Y UN PROCESO INCONCLUSO…
Creo que aún no me queda claro lo que es lo posmoderno… Tal vez sea porque es justo la etapa en la que estamos viviendo. Hay una serie de factores externos que me han ido ayudando a descifrarlo un poco: la globalización, la estética, las obras de arte comercial, las obras “underground”, la historia del arte del siglo XX. Todas ellas conllevan a un factor común: el desencanto. Hay una constante ruptura con lo que precede, aunque llega un punto en el que no es posible la ruptura si no hay algún patrón con el cual romper ¿Cuáles son nuestras referencias para atrevernos a hablar de esto?
Supongo que la posmodernidad pretende desmitificar un poco a la modernidad, sin romper verdaderamente con ella. Me llama la atención de este texto es la mención de lo posmoderno como inicio del mismo y su descarte como final de lo moderno. Sin embargo, ¿qué tan real es este movimiento? ¿no es una contradicción constante? Y en el caso de serlo, ¿acaso la contradicción constante (el conflicto) no nos da pie a la diversificación de resoluciones?
Además de las dudas que me deja esta lectura, y el fenómeno de la posmodernidad en sí, rescato el siguiente punto: “El artista y el escritor trabajan sin reglas y para establecer las reglas de aquello que habrá sido hecho” Este enunciado en particular me conmovió por que creo que en gran medida le devuelve la libertad al arte, la cual le fue robada irónicamente por los “artistas”.
En mi proceso como intérprete he pasado muchas veces por esto. Para ser breve, yo comencé a tomar clases de danza, música y teatro porque era una necesidad que surgía de mi interior: una necesidad creativa. Sin embargo, fui diluyendo esta esencia con el paso de tiempo (especialmente en la danza) con mi formación como ejecutante. El resultado: una excesiva e incuestionable formación purista y académica que tenía una tendencia ciertamente al virtuosismo. De pronto llego a otra visión de la danza (pero aún en la danza tercamente) la cual ofrece una aparente libertad creativa al por mayor; sin embargo en esta misma me he encontrado la falsedad de varios artistas que pretenden no ser pretenciosos.
Analizando el texto en relación con mi proceso creativo (ahora como coreógrafa) estoy justo en un punto en que no quiero guiarme por los vicios adquiridos en el trayecto, ni quiero limitarme con reglas que aprisionen este proyecto. Tampoco quiero divagar en la exploración, mucho menos en la mera sensación, lo cual considero que también puede tornarse en algo tan interno y complejo que difícilmente logra comunicar ¿Cómo lograr ese equilibrio?, y en todo caso, ¿la necesidad de encontrar el equilibrio no es también aferrarse a un patrón aprendido?
Creo que aún no me queda claro lo que es lo posmoderno… Tal vez sea porque es justo la etapa en la que estamos viviendo. Hay una serie de factores externos que me han ido ayudando a descifrarlo un poco: la globalización, la estética, las obras de arte comercial, las obras “underground”, la historia del arte del siglo XX. Todas ellas conllevan a un factor común: el desencanto. Hay una constante ruptura con lo que precede, aunque llega un punto en el que no es posible la ruptura si no hay algún patrón con el cual romper ¿Cuáles son nuestras referencias para atrevernos a hablar de esto?
Supongo que la posmodernidad pretende desmitificar un poco a la modernidad, sin romper verdaderamente con ella. Me llama la atención de este texto es la mención de lo posmoderno como inicio del mismo y su descarte como final de lo moderno. Sin embargo, ¿qué tan real es este movimiento? ¿no es una contradicción constante? Y en el caso de serlo, ¿acaso la contradicción constante (el conflicto) no nos da pie a la diversificación de resoluciones?
Además de las dudas que me deja esta lectura, y el fenómeno de la posmodernidad en sí, rescato el siguiente punto: “El artista y el escritor trabajan sin reglas y para establecer las reglas de aquello que habrá sido hecho” Este enunciado en particular me conmovió por que creo que en gran medida le devuelve la libertad al arte, la cual le fue robada irónicamente por los “artistas”.
En mi proceso como intérprete he pasado muchas veces por esto. Para ser breve, yo comencé a tomar clases de danza, música y teatro porque era una necesidad que surgía de mi interior: una necesidad creativa. Sin embargo, fui diluyendo esta esencia con el paso de tiempo (especialmente en la danza) con mi formación como ejecutante. El resultado: una excesiva e incuestionable formación purista y académica que tenía una tendencia ciertamente al virtuosismo. De pronto llego a otra visión de la danza (pero aún en la danza tercamente) la cual ofrece una aparente libertad creativa al por mayor; sin embargo en esta misma me he encontrado la falsedad de varios artistas que pretenden no ser pretenciosos.
Analizando el texto en relación con mi proceso creativo (ahora como coreógrafa) estoy justo en un punto en que no quiero guiarme por los vicios adquiridos en el trayecto, ni quiero limitarme con reglas que aprisionen este proyecto. Tampoco quiero divagar en la exploración, mucho menos en la mera sensación, lo cual considero que también puede tornarse en algo tan interno y complejo que difícilmente logra comunicar ¿Cómo lograr ese equilibrio?, y en todo caso, ¿la necesidad de encontrar el equilibrio no es también aferrarse a un patrón aprendido?
Tarea 4 en relación al texto de Lyotard
“Es preciso que se interroguen acerca de las reglas del arte de pintar o de narrar tal como les han sido enseñadas y legadas por sus predecesores”
Creo que llega a un punto clave en el que se ve todo aquel que se dedica o pretende dedicar al arte. Es un momento de decisión verdaderamente crucial: me convierto en ejecutante o en creador. Considero (y no por esto es ley o verdad absoluta) que sí es preciso pasar por el camino de la ejecución y el dominio de la técnica pero sólo para aprender a cuestionarla, destruirla y posteriormente reinventarla.
El punto es que el artista en su afán de perfeccionismo se estanca en un virtuosismo banal: vanidad pura. El aplauso se convierte para muchos en un seductor pero peligroso veneno. Y es que sí bien el intérprete o ejecutante da una supuesta vida a la obra, verdaderamente no está siendo parte activa del proceso creativo. Lo cual refiere también un estancamiento en el proceso de aprendizaje: auténtica educación tradicional pasiva.
Lyotard habla de la relación entre el capitalismo y el realismo en el arte. Sin embargo aún hasta ahora (en la fase ultra suprema del capitalismo: la globalización) la economía sigue dictando lo que es arte y lo que no. Es decir, lo que pueda venderse lo es. Podremos decir que al poder no le interesa el arte pero en gran manera quienes han permitido esta vendimia han sido los mismos artistas, debido a su ambición de prestigio y en menor escala, económica.
Y sí, al poder le interesa el arte pero como medio de control, no de expresión ni manifestación. Pelearse contra eso es por demás desgastante. Luchar contra la academia puede ser poco fructífero. El arte moderno, a pesar de intentar romper tiene en la vanguardia trazado su cruel destino: ahogarse en su intento desesperado por salvarse en la novedad.
Sin embargo todo esto responde a un trasfondo social en el que cada segundo hay algo más nuevo… El problema del arte moderno es que se dedicó tanto a hacer “el arte por el arte” que terminó por convertirse en algo terriblemente purista y rígido que se basó en lo que estaba hecho y lo que no (el temor por repetirse).
El posmodernismo de igual modo puede tener su fin en la individualidad extrema que al desconocer voluntariamente los patrones del “arte”. El problema es cuando se vuelve tan abstracto que no comunica absolutamente nada, o cuando cae en el realismo literal y didáctico que ofrece la obra perfectamente deglutida.
¿Cómo comunicar sin ser didáctico? Insisto, ¿cómo ser claro sin volverse explícito? Es tal vez una mera cuestión de balance en el aspecto creativo….
La creación surge de las rupturas y la reflexión sobre las mismas. La representación corre el riesgo de secarse e inmortalizarse sin aportar nada más que el estancamiento del arte en su propio pantano.
Creo que llega a un punto clave en el que se ve todo aquel que se dedica o pretende dedicar al arte. Es un momento de decisión verdaderamente crucial: me convierto en ejecutante o en creador. Considero (y no por esto es ley o verdad absoluta) que sí es preciso pasar por el camino de la ejecución y el dominio de la técnica pero sólo para aprender a cuestionarla, destruirla y posteriormente reinventarla.
El punto es que el artista en su afán de perfeccionismo se estanca en un virtuosismo banal: vanidad pura. El aplauso se convierte para muchos en un seductor pero peligroso veneno. Y es que sí bien el intérprete o ejecutante da una supuesta vida a la obra, verdaderamente no está siendo parte activa del proceso creativo. Lo cual refiere también un estancamiento en el proceso de aprendizaje: auténtica educación tradicional pasiva.
Lyotard habla de la relación entre el capitalismo y el realismo en el arte. Sin embargo aún hasta ahora (en la fase ultra suprema del capitalismo: la globalización) la economía sigue dictando lo que es arte y lo que no. Es decir, lo que pueda venderse lo es. Podremos decir que al poder no le interesa el arte pero en gran manera quienes han permitido esta vendimia han sido los mismos artistas, debido a su ambición de prestigio y en menor escala, económica.
Y sí, al poder le interesa el arte pero como medio de control, no de expresión ni manifestación. Pelearse contra eso es por demás desgastante. Luchar contra la academia puede ser poco fructífero. El arte moderno, a pesar de intentar romper tiene en la vanguardia trazado su cruel destino: ahogarse en su intento desesperado por salvarse en la novedad.
Sin embargo todo esto responde a un trasfondo social en el que cada segundo hay algo más nuevo… El problema del arte moderno es que se dedicó tanto a hacer “el arte por el arte” que terminó por convertirse en algo terriblemente purista y rígido que se basó en lo que estaba hecho y lo que no (el temor por repetirse).
El posmodernismo de igual modo puede tener su fin en la individualidad extrema que al desconocer voluntariamente los patrones del “arte”. El problema es cuando se vuelve tan abstracto que no comunica absolutamente nada, o cuando cae en el realismo literal y didáctico que ofrece la obra perfectamente deglutida.
¿Cómo comunicar sin ser didáctico? Insisto, ¿cómo ser claro sin volverse explícito? Es tal vez una mera cuestión de balance en el aspecto creativo….
La creación surge de las rupturas y la reflexión sobre las mismas. La representación corre el riesgo de secarse e inmortalizarse sin aportar nada más que el estancamiento del arte en su propio pantano.
tarea 3 con relación al texto Una pregunta extraído del libro La Posmodernidad de Lyotard
Una pregunta… ¿Sólo una?
Theodore Adorno deja muy clara la imposibilidad de analizar la obra de arte en su “Teoría estética” (texto hallado poco después de su muerte). Hace un análisis de las funciones sociales, políticas, religiosas y morales que le han sido asignadas y termina afirmando la peligrosa ambigüedad que tiene el arte moderno ¿Cómo sería la práctica artística en el futuro sin tratar de salvar desesperadamente a las obras del pasado? O bien, ¿sin precipitarse a destruirlas?
Junger Habermas habla de crear una unidad en el arte –moderno por supuesto- pero esto dónde nos llevaría, puesto que el arte se construye en sí mismo. El gran problema que veo (con todo y a ruptura a la que aspira Habermas) es que tiene la sentencia de volverse completamente predecible, si no es que ya lo es… haberlas no aspira a una ruptura real, sino a una especie de hegemonía que le permita mantener cierta pureza.
Me pregunto entonces, ¿qué es el arte para que sea tan necesario inmortalizarlo, o bien, para querer desecharlo tan prontamente? ¿Cómo poner orden en el caos (el cuál respondió a romper el orden) sin imponer una verdad absoluta? ¿Cómo no caer en la vanidad, retomando la tarea anterior, y la lucha de egos manteniendo fija la postura?
La posmodernidad, producto en gran parte de la sociedad de consumo, nos ha regalado lo efímero del arte. Tal vez por ello Adorno menciona que “el arte es la promesa quebrantada de la felicidad”, pues es resultado de algo inexistente, difícil de entender o interpretar. Entonces, ¿cómo comunico sin ser literal? ¿cómo ser claro sin ser explícito?
Es un tanto limitante seguir creando y calificando la actualidad y en la actualidad con los mismos parámetros, juicios y estructuras de siglos atrás. No dejaría de ser interesante, pero el problema es el absolutismo y la corriente purista en el arte que se avoca a imponer verdades sobre lo que está bien o no.
De esta manera, el arte corre el riesgo, en cualquiera de sus expresiones, de caer en un terreno pantanoso ¿Es entonces abrir el círculo la respuesta? ¿Qué tanto desaparecería el trabajo de los historiadores de arte? ¿Qué tan sencilla resultaría la lectura de estas interposturas? ¿Corren el riesgo de perderse? O peor aún, ¿corren el riesgo de inmortalizarse y empolvarse como pieza de museo por su complejidad?
Pueden surgir respuestas inmediatas que esperen estar en lo correcto, pero prefiero elaborar preguntas que abran un sin fin de posibilidades. Siempre, al menos en esta etapa de la humanidad resultará más difícil elaborar preguntas que responder al estímulo ofrecido. Y en el arte es mucho más sencillo crear siguiendo una fórmula que garantice el éxito, que atreverse a hacer nuevos procesos un tanto inciertos llenos de tentadoras posibilidades.
Theodore Adorno deja muy clara la imposibilidad de analizar la obra de arte en su “Teoría estética” (texto hallado poco después de su muerte). Hace un análisis de las funciones sociales, políticas, religiosas y morales que le han sido asignadas y termina afirmando la peligrosa ambigüedad que tiene el arte moderno ¿Cómo sería la práctica artística en el futuro sin tratar de salvar desesperadamente a las obras del pasado? O bien, ¿sin precipitarse a destruirlas?
Junger Habermas habla de crear una unidad en el arte –moderno por supuesto- pero esto dónde nos llevaría, puesto que el arte se construye en sí mismo. El gran problema que veo (con todo y a ruptura a la que aspira Habermas) es que tiene la sentencia de volverse completamente predecible, si no es que ya lo es… haberlas no aspira a una ruptura real, sino a una especie de hegemonía que le permita mantener cierta pureza.
Me pregunto entonces, ¿qué es el arte para que sea tan necesario inmortalizarlo, o bien, para querer desecharlo tan prontamente? ¿Cómo poner orden en el caos (el cuál respondió a romper el orden) sin imponer una verdad absoluta? ¿Cómo no caer en la vanidad, retomando la tarea anterior, y la lucha de egos manteniendo fija la postura?
La posmodernidad, producto en gran parte de la sociedad de consumo, nos ha regalado lo efímero del arte. Tal vez por ello Adorno menciona que “el arte es la promesa quebrantada de la felicidad”, pues es resultado de algo inexistente, difícil de entender o interpretar. Entonces, ¿cómo comunico sin ser literal? ¿cómo ser claro sin ser explícito?
Es un tanto limitante seguir creando y calificando la actualidad y en la actualidad con los mismos parámetros, juicios y estructuras de siglos atrás. No dejaría de ser interesante, pero el problema es el absolutismo y la corriente purista en el arte que se avoca a imponer verdades sobre lo que está bien o no.
De esta manera, el arte corre el riesgo, en cualquiera de sus expresiones, de caer en un terreno pantanoso ¿Es entonces abrir el círculo la respuesta? ¿Qué tanto desaparecería el trabajo de los historiadores de arte? ¿Qué tan sencilla resultaría la lectura de estas interposturas? ¿Corren el riesgo de perderse? O peor aún, ¿corren el riesgo de inmortalizarse y empolvarse como pieza de museo por su complejidad?
Pueden surgir respuestas inmediatas que esperen estar en lo correcto, pero prefiero elaborar preguntas que abran un sin fin de posibilidades. Siempre, al menos en esta etapa de la humanidad resultará más difícil elaborar preguntas que responder al estímulo ofrecido. Y en el arte es mucho más sencillo crear siguiendo una fórmula que garantice el éxito, que atreverse a hacer nuevos procesos un tanto inciertos llenos de tentadoras posibilidades.
Tarea 2 ¿La coreografía es un deseo personal o proyección dle artista?
¿La coreografía es un deseo personal o proyección del artista?
Creo que sin duda debe comenzar por un deseo, pero más allá de un deseo personal, nace por una necesidad creativa. El gran riesgo de que nazca de un deseo personal es que el deseo no para hasta que ha sido satisfecho, que en el caso del trabajo constante, creo que es “bueno”, aunque esto te puede llevar a la autocomplacencia muchas veces.
Tal vez es más una proyección del mundo interior del artista, y no porque la obra en sí refleje las emociones y sentimientos del creador; sino porque, de algún modo el coreógrafo está trasladando una idea, un motivo que surge dentro de él. Está proyectando algo que surge tal vez de la introyección de un agente externo en sí mismo. Ahora bien, me estoy refiriendo a la coreografía como un acto creativo presente, consecuencia de la abstracción del entorno o bien del mundo interior…
En resumen, la coreografía como acto creativo nace de una necesidad (cualquiera que esta sea), pero, al menos en mi caso, no se vuelve un deseo personal. Tal vez depende de qué tanto te involucres con tu trabajo. Tal vez puede volverse una obsesión si es que verdaderamente vives tu proceso tanto dentro como fuera de los ensayos. Puede que el deseo te lleve a explorar hasta las últimas consecuencias cada componente, cada límite…, pero sin temor a equivocarme, el resultado que es la coreografía en sí, es la verdadera proyección de aquel que la crea, o como tú lo llamas, el artista…
Creo que sin duda debe comenzar por un deseo, pero más allá de un deseo personal, nace por una necesidad creativa. El gran riesgo de que nazca de un deseo personal es que el deseo no para hasta que ha sido satisfecho, que en el caso del trabajo constante, creo que es “bueno”, aunque esto te puede llevar a la autocomplacencia muchas veces.
Tal vez es más una proyección del mundo interior del artista, y no porque la obra en sí refleje las emociones y sentimientos del creador; sino porque, de algún modo el coreógrafo está trasladando una idea, un motivo que surge dentro de él. Está proyectando algo que surge tal vez de la introyección de un agente externo en sí mismo. Ahora bien, me estoy refiriendo a la coreografía como un acto creativo presente, consecuencia de la abstracción del entorno o bien del mundo interior…
En resumen, la coreografía como acto creativo nace de una necesidad (cualquiera que esta sea), pero, al menos en mi caso, no se vuelve un deseo personal. Tal vez depende de qué tanto te involucres con tu trabajo. Tal vez puede volverse una obsesión si es que verdaderamente vives tu proceso tanto dentro como fuera de los ensayos. Puede que el deseo te lleve a explorar hasta las últimas consecuencias cada componente, cada límite…, pero sin temor a equivocarme, el resultado que es la coreografía en sí, es la verdadera proyección de aquel que la crea, o como tú lo llamas, el artista…
Primera tarea.. Cuestionario
¿Qué habilidades, virtudes o aptitudes usas para la coreografía?
Con mayor análisis, creo que serían las siguientes: la organización, el manejo de niveles, a veces abuso de las secuencias de movimiento… Creo que mi mayor habilidad es la disposición y composición en el espacio de los elementos que tengo en él, incluyendo al espacio mismo. Caigo constantemente en equilibrar y desequilibrar el mismo. También me gusta involucrarme totalmente con la edición de la música. No me gusta trabajar en un principio con una música determinada, prefiero construirla con ediciones. Ahora comienzo a trabajar con efectos de sonido por ejemplo. Trabajo también con el ritmo y el pulso: establecer ciclos orgánicos que no estén determinados por una pieza musical hasta descomponerlos. Utilizo la variación y a veces abuso de la repetición, pero bueno, creo que esas son las herramientas que utilizo… Me involucro mucho con mi trabajo. Yo no tenía como intención ser coreógrafa. Yo ingresé aquí para seguir complementando mi formación creativa como intérprete y docente, pero a medida de que ha avanzado el tiempo me ha ido gustando más la coreografía como medio de expresión. Ahora que he tenido la oportunidad de fungir como creadora (tanto con los niños como en creación colectiva) me he dado cuenta de que puedo aportar no sólo con mi cuerpo (como siempre lo había pensado) o con mi mente (el puro choro, bla bla bla) Últimamente he buscado la abstracción y la planeación para no divagar tanto, sólo que ahora me parece que comienzo a cuadrarme en eso y no me he permitido expandirlo no explorarlo. Como intérprete me encanta explorar nuevas formas de movimiento y siempre las encuentro… Ahora es tiempo de buscar no sólo en el cuerpo, sino fuera de él… Comienzo a confiar un poquito en mí…
¿Qué sabes de coreografía?
Sé un poco de sus orígenes en el teatro griego, ya que se refería al movimiento que tenían los coros en la escena (específicamente a los trazos, desplazamientos y diseños en el espacio). Con el tiempo su significado se ha ido transformando. Hablar de la importancia del coreógrafo, su papel social, estilos de coreografía, etc. Es chistoso ver de pronto que un coreógrafo de XV años cumple un rol social y una chamba para subsistir, y de pronto cuando veo las puestas en escena de los coreógrafos de renombre… mmmmmmm… pues como que no distan mucho. Hubo un tiempo en que pensé (o me hicieron pensar más bien) que a magia del coreógrafo radicaba en las secuencias de movimiento que montaba, pero bueno, eso es mero virtuosismo que en gran medida proviene del ejecutante. Por mi breve experiencia sé que no es sólo eso, sé se refiere a la organización y composición de todo el conjunto (luces, vestuario, “música”, movimiento) en el espacio.
¿Por qué quieres hacer coreografía?
Es una necesidad constante, una necesidad creativa de expresar mi mundo interior, de transmitir emociones, de recrear sensaciones, de jugar con la percepción. Es la manera en la que puedo comunicarme plenamente, con mayor honestidad: el cuerpo no miente. Para mí, en verdad, la exploración del movimiento corporal y sus posibilidades es parte de la evolución del ser humano. En sí tengo tres grandes pasiones: bailar (explorar), enseñar (compartir y aprender) y crear. Sin embargo, me cuesta muchísimo trabajo materializar mis ideas. No bien tengo una idea cuando ya me estoy deshaciendo de ella. Divago mucho. Aunque el dar clases me ha ido centrando en ser más clara sin llegar a ser hermética.
¿Has tenido influencias? ¿Cuáles?
Sí claro… Mi primer gran influencia fueron mis hermanos (uno es actor y otro pintor), aunque creo que el actor definitivamente cambió mi perspectiva de muchas cosas. Para empezar, la primera vez que subí a un escenario y vi la tramoya, el equipo técnico, las luces, el escenario desnudo en sí, pensé en que yo debía estar ahí. Posteriormente él comenzó a trabajar más con el teatro corporal, basado en el método de Eugenio Barba, algo que me marcó profundamente pues me di cuenta de la importancia de las acciones físicas en el diálogo con el espectador. Posteriormente, ya más grande, tuve una maestra de teatro: Thelma Pastrana (egresada de CICO) conla cual aprendí mucho más de m cuerpo que toda mi vida en el ballet. En cuanto a la creación coreográfica, tengo una ligera influencia del curso que tomé con el Odin Teatret de Dinamarca, así como de Alito Alessi (mi maestro de improvisación) y también de Mark Moti Zemelmann. Si bien he bailado con varios coreógrafos, jamás me sentí parte de ese movimiento, aunque técnicamente lo pudiera realizar, espiritualmente no estaba ahí, me sentía ajena al cuerpo que estaba bailando: ejecutaba, no interpretaba. Así que no sé si en verdad he tenido la influencia de otros coreógrafos. Mis ideas medio bizarronas las tengo de la composición de Egon Schiedle, los juguetes como el lego y playmobil, las imágenes que recrea Peter Greenaway (The the cook, the thief, his wife and her lover, Pillow Book) y Chan-wook Park (Sympathy for Mrs. Vengance, Old Boy, I’m a cyborg but that´s Ok), las estructuras carentes de estructura de Syd Barret, el pesimismo de Charles Bukowski, etc…
¿Qué quieres aportar como coreógrafo?
Una danza real, que sí conlleve una exploración de movimiento pero también del espacio y del tiempo. Olvidar que soy bailarina y renacer. Romper patrones. Dejar preguntas abiertas a las miles de respuestas que hay en el espectador. Recrear las imágenes que se producen y se repiten en mi mente de cómo concibo el universo. Ofrecer un pedazo mío en cada obra al mundo por cada cosa que he recibido de él (aunque tal vez el mundo nunca de nada por lo que hago, pero, en fin, es lo que menos me importa). Acercarme en cierta manera al espectador a través de la comunicación sensorial…
¿Cuáles han sido tus preocupaciones y búsquedas hasta ahora que puedes trabajar con la coreografía?
La creación de movimientos, deshacerme de ideas y vicios, la composición, saber si los medios son los adecuados para el fin, etc. Hacer algo auténtico y honesto. No divagar pero tampoco limitar (tal vez delimitar) Tal vez, lo que de pronto me sucede es que me cuesta trabajo abstraer, tomar decisiones… Por ejemplo, cuando llegué a CICO me frustraba demasiado no logar transmitir al intérprete lo que yo quería que hiciera y muchas veces en lugar de ser clara para dar indicaciones solía, me conformaba con algo que en verdad no me gustaba. Ahora creo que quiero ser precisa y trabajar a partir de la delimitación, ya que puede ofrecerme un amplio rango de posibilidades. También los asuntos musicales me han costado trabajo porque, obvio, escucho una pieza y me encanta y la bailo pero muchas veces no es la ideal para un montaje. Ahora ando en la edición musical con efectos de sonido y algunos instrumentos para realizar la ambientación sonora de mi proyecto. También comienzo a trabajar con una videoasta y VJ para realizar un solo. El empezar a nutrirme de otras áreas me permite tener una visión diferente de lo que hago y sin duda enriquece mi proceso.
Con mayor análisis, creo que serían las siguientes: la organización, el manejo de niveles, a veces abuso de las secuencias de movimiento… Creo que mi mayor habilidad es la disposición y composición en el espacio de los elementos que tengo en él, incluyendo al espacio mismo. Caigo constantemente en equilibrar y desequilibrar el mismo. También me gusta involucrarme totalmente con la edición de la música. No me gusta trabajar en un principio con una música determinada, prefiero construirla con ediciones. Ahora comienzo a trabajar con efectos de sonido por ejemplo. Trabajo también con el ritmo y el pulso: establecer ciclos orgánicos que no estén determinados por una pieza musical hasta descomponerlos. Utilizo la variación y a veces abuso de la repetición, pero bueno, creo que esas son las herramientas que utilizo… Me involucro mucho con mi trabajo. Yo no tenía como intención ser coreógrafa. Yo ingresé aquí para seguir complementando mi formación creativa como intérprete y docente, pero a medida de que ha avanzado el tiempo me ha ido gustando más la coreografía como medio de expresión. Ahora que he tenido la oportunidad de fungir como creadora (tanto con los niños como en creación colectiva) me he dado cuenta de que puedo aportar no sólo con mi cuerpo (como siempre lo había pensado) o con mi mente (el puro choro, bla bla bla) Últimamente he buscado la abstracción y la planeación para no divagar tanto, sólo que ahora me parece que comienzo a cuadrarme en eso y no me he permitido expandirlo no explorarlo. Como intérprete me encanta explorar nuevas formas de movimiento y siempre las encuentro… Ahora es tiempo de buscar no sólo en el cuerpo, sino fuera de él… Comienzo a confiar un poquito en mí…
¿Qué sabes de coreografía?
Sé un poco de sus orígenes en el teatro griego, ya que se refería al movimiento que tenían los coros en la escena (específicamente a los trazos, desplazamientos y diseños en el espacio). Con el tiempo su significado se ha ido transformando. Hablar de la importancia del coreógrafo, su papel social, estilos de coreografía, etc. Es chistoso ver de pronto que un coreógrafo de XV años cumple un rol social y una chamba para subsistir, y de pronto cuando veo las puestas en escena de los coreógrafos de renombre… mmmmmmm… pues como que no distan mucho. Hubo un tiempo en que pensé (o me hicieron pensar más bien) que a magia del coreógrafo radicaba en las secuencias de movimiento que montaba, pero bueno, eso es mero virtuosismo que en gran medida proviene del ejecutante. Por mi breve experiencia sé que no es sólo eso, sé se refiere a la organización y composición de todo el conjunto (luces, vestuario, “música”, movimiento) en el espacio.
¿Por qué quieres hacer coreografía?
Es una necesidad constante, una necesidad creativa de expresar mi mundo interior, de transmitir emociones, de recrear sensaciones, de jugar con la percepción. Es la manera en la que puedo comunicarme plenamente, con mayor honestidad: el cuerpo no miente. Para mí, en verdad, la exploración del movimiento corporal y sus posibilidades es parte de la evolución del ser humano. En sí tengo tres grandes pasiones: bailar (explorar), enseñar (compartir y aprender) y crear. Sin embargo, me cuesta muchísimo trabajo materializar mis ideas. No bien tengo una idea cuando ya me estoy deshaciendo de ella. Divago mucho. Aunque el dar clases me ha ido centrando en ser más clara sin llegar a ser hermética.
¿Has tenido influencias? ¿Cuáles?
Sí claro… Mi primer gran influencia fueron mis hermanos (uno es actor y otro pintor), aunque creo que el actor definitivamente cambió mi perspectiva de muchas cosas. Para empezar, la primera vez que subí a un escenario y vi la tramoya, el equipo técnico, las luces, el escenario desnudo en sí, pensé en que yo debía estar ahí. Posteriormente él comenzó a trabajar más con el teatro corporal, basado en el método de Eugenio Barba, algo que me marcó profundamente pues me di cuenta de la importancia de las acciones físicas en el diálogo con el espectador. Posteriormente, ya más grande, tuve una maestra de teatro: Thelma Pastrana (egresada de CICO) conla cual aprendí mucho más de m cuerpo que toda mi vida en el ballet. En cuanto a la creación coreográfica, tengo una ligera influencia del curso que tomé con el Odin Teatret de Dinamarca, así como de Alito Alessi (mi maestro de improvisación) y también de Mark Moti Zemelmann. Si bien he bailado con varios coreógrafos, jamás me sentí parte de ese movimiento, aunque técnicamente lo pudiera realizar, espiritualmente no estaba ahí, me sentía ajena al cuerpo que estaba bailando: ejecutaba, no interpretaba. Así que no sé si en verdad he tenido la influencia de otros coreógrafos. Mis ideas medio bizarronas las tengo de la composición de Egon Schiedle, los juguetes como el lego y playmobil, las imágenes que recrea Peter Greenaway (The the cook, the thief, his wife and her lover, Pillow Book) y Chan-wook Park (Sympathy for Mrs. Vengance, Old Boy, I’m a cyborg but that´s Ok), las estructuras carentes de estructura de Syd Barret, el pesimismo de Charles Bukowski, etc…
¿Qué quieres aportar como coreógrafo?
Una danza real, que sí conlleve una exploración de movimiento pero también del espacio y del tiempo. Olvidar que soy bailarina y renacer. Romper patrones. Dejar preguntas abiertas a las miles de respuestas que hay en el espectador. Recrear las imágenes que se producen y se repiten en mi mente de cómo concibo el universo. Ofrecer un pedazo mío en cada obra al mundo por cada cosa que he recibido de él (aunque tal vez el mundo nunca de nada por lo que hago, pero, en fin, es lo que menos me importa). Acercarme en cierta manera al espectador a través de la comunicación sensorial…
¿Cuáles han sido tus preocupaciones y búsquedas hasta ahora que puedes trabajar con la coreografía?
La creación de movimientos, deshacerme de ideas y vicios, la composición, saber si los medios son los adecuados para el fin, etc. Hacer algo auténtico y honesto. No divagar pero tampoco limitar (tal vez delimitar) Tal vez, lo que de pronto me sucede es que me cuesta trabajo abstraer, tomar decisiones… Por ejemplo, cuando llegué a CICO me frustraba demasiado no logar transmitir al intérprete lo que yo quería que hiciera y muchas veces en lugar de ser clara para dar indicaciones solía, me conformaba con algo que en verdad no me gustaba. Ahora creo que quiero ser precisa y trabajar a partir de la delimitación, ya que puede ofrecerme un amplio rango de posibilidades. También los asuntos musicales me han costado trabajo porque, obvio, escucho una pieza y me encanta y la bailo pero muchas veces no es la ideal para un montaje. Ahora ando en la edición musical con efectos de sonido y algunos instrumentos para realizar la ambientación sonora de mi proyecto. También comienzo a trabajar con una videoasta y VJ para realizar un solo. El empezar a nutrirme de otras áreas me permite tener una visión diferente de lo que hago y sin duda enriquece mi proceso.
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